Cartas Parisinas V

El verano.

En otras oportunidades he hablado de París y sus estaciones, de como cada una moldea tu temperamento e influye sin duda en tu estado de ánimo, el verano -evidentemente- no es la excepción.

Hay entonces que hablar del verano parisino desde dos puntos de vista: el que se queda porque trabaja y disfruta de un metro desierto (porque en su mayoría los parisinos toman vacaciones entre julio y agosto) y del que se va porque huye de los turistas, sus malos hábitos y sus tonterías (ojo, todos cuando somos turistas somos tontos y extraterrestres).

Sin embargo el verano aquí comienza antes -cuando el clima lo permite- y se asoman los primeros rayos de sol y las temperaturas de -por lo menos- 20ºC. El verano para el parisino se traduce en terrazas, faldas y sobre todas las cosas: picnics. Picnics en el Sena, en el Jardín de Luxembourg, en Buttes Chaumont, toda la ciudad revive su esplendor y nos regala nuevos horarios de los sitios públicos (hasta las 9pm en la apertura de los parques) y días con luz hasta las 10pm.

Paris Plage 2013


El verano es sin duda una plaga de transpiración, nuestros cuerpos desacostumbrados al calor y al sol, se alocan y nos juegan bromas pesadas, sin embargo y a pesar de nuestras narices refinadas, decidimos caminar más y vivir más de la ciudad, salir hasta más tarde y sacrificar horas de sueño para estar más tiempo afuera de casa. El verano es, para mi, resplandor, sinónimo de largas caminatas, menos metro y más bicicleta, de sangría, frutas y... increíble pero cierto, ejercicio. Porque correr en los parques es gratis y unos shorts y cualquier playera son suficientes para cubrirte del clima (el polar, las leggings largas, las orejeras y seguramente la lluvia ya no forman parte del outfit deportivo).

Es también aunque resulte impresionante, la época de tempestades, después de días de sol y calor, el clima nos recuerda que no todo es alegría y así, como en el medio del caribe, nos regala días de lluvias y tormentas eléctricas e incluso, para aquellos exigentes que siempre quieren todo, nos da una semana (y no más) de canícula (temperaturas superiores a los 35ºC). 

Paris tiene entonces un verano del que sin duda todos los que vivimos en París agradecemos, sin caer en temperaturas exageradas pero dándonos de igual forma unos 25-30ºC en promedio, recordamos que la vida es más bonita cuando nos llenamos de vitamina E y tomamos -por fin- algo de sol.





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